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Entrevista con Verónica Garea

Verónica Garea, ingeniería nuclear del Instituto Balseiro, presidenta de la Fundación INVAP y parte del Directorio de INVAP SE. Vivió en los Estados Unidos en donde realizó posgrados en el Rensselaer Polytechnic Institute y obtuvo una maestría en Matemática y un doctorado en Física de la Ingeniería. En INVAP desarrolló su carrera profesional como especialista en seguridad e impacto ambiental de sistemas tecnológicos complejos.

Es autora y coautora de estándares y guías para reactores nucleares de investigación, de artículos en publicaciones científicas y de numerosos informes técnicos. 

Es docente del Instituto Balseiro, vicepresidenta de Women in Nuclear de Argentina. Forma parte de la Comisión Asesora en Género y Diversidad del Ministerio de Ciencia y Tecnología argentino.

Desde 1998 trabaja como voluntaria en organizaciones locales, nacionales e internacionales de defensa y promoción de la lactancia materna y la crianza temprana y en 2011 recibió una certificación internacional como consultora en lactancia materna. 

  1. ¿Porque decidió estudiar ingeniería nuclear?

Cuando era niña me interesaba entender cómo funcionaba el mundo y al mismo tiempo, saber cómo podía hacer para que funcionara de otra manera. No tenía mucha idea de que la ingeniería tenía que ver con eso, pero tenía la intuición de que mi interés iba por el lado de las ingenierías. Cuando tenía alrededor de 12 o 13 años, estábamos mirando la TV con mis padres y apareció una publicidad para la carrera de ingeniería nuclear en el Instituto Balseiro. Esa publicidad disparó mi imaginación y mi interés por estudiar ingeniería nuclear. Me parecía algo desafiante, algo diferente de las ingenierías tradicionales, un espacio donde había mucho por hacer. En cuarto año de la secundaria, por intermedio de una docente del colegio, pude intercambiar cartas con un estudiante de ingeniería nuclear, y lo que me contó me entusiasmó todavía más. Así se consolidó mi idea.

  • ¿Cuál ha sido el reto más grande que ha tenido, siendo mujer en un sector liderado por hombres?

La irrupción del cuidado en mi vida fue el detonante de mi toma de conciencia de lo que significa ser una mujer en un ambiente fuertemente masculino. Mi hija mayor nació cuando estaba por terminar mi doctorado en EEUU, y a mi compañero lo felicitaban mientras que a mí me preguntaban qué iba a hacer con mi carrera. Nunca me había planteado que la carrera y la maternidad podían entrar en conflicto, así que fue un despertar repentino y nada agradable. Eso me hizo tomar conciencia de muchos aspectos de la academia y del sector nuclear que no me habían resultado obvios hasta ese momento, como las pocas mujeres en general y las todavía menos mujeres en posiciones de liderazgo. Con el transcurrir de mi carrera, tuve la oportunidad de participar en reuniones en las que era la única mujer presente, por ejemplo. Y en general, encontré resistencia de parte de muchas colegas mujeres para reconocer que estábamos en una situación de desventaja en relación a los colegas varones. “A mí nunca me discriminaron” solían decir y en general, seguía una anécdota o historia que era sin duda una situación de discriminación. Creo que hemos avanzado en el sector de la mano de sus mujeres, que se organizan para apoyarse mutuamente y cambiar las realidades, a veces adversas, que nos presenta el trabajo en el sector nuclear.

  • ¿Como encuentra a Latinoamérica respecto a el ámbito nuclear?

La tecnología nuclear puede ser un pilar de la colaboración regional y del desarrollo de América Latina en el SXXI. Tenemos países con mucha historia en la actividad nuclear y también países con diversos niveles de capacidad industrial. Sería muy interesante encarar una colaboración sobre todo en la cadena de valor de los Reactores Modulares Pequeños (SMR) que despiertan hoy gran interés en todo el mundo. También la producción de radioisótopos es una actividad que tiene más sentido a nivel regional que nivel nacional, por la escala de nuestra región.

  • ¿Hacia dónde cree que va Latinoamérica en el sector nuclear, esto teniendo como base la situación de los diferentes países?

Hoy el rumbo nuclear de América Latina es la combinación de los rumbos de cada país individual. Se han dado algunas colaboraciones, todas pequeñas y de alcance muy limitado, y sin mirada estratégica. Considero que ARCAL es el espacio de decisión para consensos que permitan que el rumbo de la actividad nuclear latinoamericana cobre sentido a nivel regional. ABBAC (la Agencia Bilateral Brasileña- Argentina para el Control de material nuclear) es otra muestra de colaboración virtuosa en nuestra región. Es necesario establecer espacios de diálogo estratégico para encontrar un rumbo común en el sector nuclear latinoamericao.

  • ¿Cuál cree que es el motivo para que haya más hombres que mujeres en ingeniería nuclear?

El sector nuclear no es diferente al resto de las actividades en tecnología y ciencia aplicadas, donde se observa que las mujeres aparecen preferentemente en especialidades asociadas en mayor o menor medida con el cuidado, como la tecnología de alimentos, ambiente, ciencias de la vida aplicadas. Dentro de la actividad nuclear experimentamos también segregación horizontal, con mayor presencia de mujeres en disciplinas como la física médica, las ciencias ambientales y la protección radiológica y escasa presencia en las ingenierías más duras, como mecánica, electrónica y nuclear. Las ingenierías siguen siendo muy impermeables al ingreso de mujeres porque la construcción social de “qué es un ingeniero” sigue estando masculinizada, porque no se alienta a niñas y jóvenes a estudiar ingeniería y porque los modelos de excelencia y liderazgo en las ingenierías son fuertemente masculinos.

  • ¿Qué mujeres encuentra como referente en su vida profesional?

Mis referentes son mis colegas, mis contemporáneas, que recorrieron conmigo el camino de transformaciones que ha tenido nuestro sector en materia de género. También las jóvenes que traen un enorme cambio en cuanto a dónde y cómo nos plantamos como mujeres del sector nuclear.

  • ¿Como ha sido la experiencia de pertenecer a WIN Argentina?

En WiN Argentina encontré un grupo de mujeres comprometidas, profesionales y generosas, con quien trabajar tanto en temas relacionados con el rol de las mujeres en el sector nuclear como en la dinámica de comunicación con la comunidad en temas nucleares. Me resulta estimulante y me hace feliz trabajar con mujeres jóvenes, con formación y trayectoria profesional diversas, quienes con compromiso, entusiasmo y visión, trabajan por el sector nuclear argentino.

  • ¿Según su experiencia cuales deben ser los principales cambios que se deben hacer los países y las organizaciones para lograr equidad de género?

Lo primero que necesitan las comunidades y las organizaciones es escuchar a las mujeres. En segundo lugar, reconocer que el problema es estructural y que hasta tanto no se plantee como tal, es imposible encontrar, poniendo parches a situaciones puntuales, modos de vivir sostenibles. Darle valor al trabajo de cuidado es esencial, y lograr quebrar la división del trabajo que asigna a las mujeres la mayoría de las tareas de cuidado, limitando su disponibilidad para desarrollar otras facetas de su persona, también. Desarmar los estereotipos que imponen barreras en las niñas y adolescentes a la hora de elegir una carrera es imprescindible. Y hablar explícitamente de las dificultades que las mujeres enfrentamos en nuestras vidas. La situación de las mujeres en la sociedad no se resuelve empoderándonos, se resuelve desarmando el sexismo estructural en el que tenemos que vivir.

  • ¿Qué hizo Veronica Garea para lograr el éxito en el sector nuclear y que consejo le daría a las mujeres que están leyendo esta entrevista?

Ah, qué pregunta compleja. ¿Qué es el éxito? No lo sé. El éxito profesional está definido de manera muy masculina, por lo que si alguien mira mi carrera de manera objetiva quizá opine que no alcancé mi potencial. Pero mi mirada ve otra cosa: ve que logré construir una vida que me satisface, que me permite tener muchas dimensiones, sostener muchos intereses. He podido, con mucho esfuerzo y apoyo de mis mentores, familia y compañeras, combinar mi deseo de una carrera profesional en el sector nuclear con el cuidado de mis hijos y demás personas queridas que necesitaron y necesitan de mi atención. Para mí eso es el éxito.

A las mujeres del sector nuclear les pido que escuchen a sus compañeras, que aun si consideran que en sus carreras no han sufrido discriminación, tengan en cuenta que es una excepción, porque hay muchas mujeres que sí han sido discriminadas. La carrera profesional y la vida se construyen en base a la convicción, la honestidad y la solidaridad. No estamos solas nunca, no dejemos solas a las mujeres que transitan con nosotras.

Por:

Carolina Barrero, Odontóloga Universidad CES, Especialista en Gerencia de Empresas Universidad del Rosario, Especialista en Gerencia del Desarrollo Humano EAFIT, Magister en Desarrollo Humano Organizacional EAFIT.